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Las «hermanas Loretto» (con doble «t», como se las conoce aquí), llegaron a Canadá en 1847, a petición de Michael Power, obispo de Toronto. Teresa Ball envió a cinco jóvenes hermanas desde Irlanda para atender las necesidades de la población irlandesa inmigrante. La comunidad luchaba en condiciones severas de pobreza y privación. Unos años más tarde, se enviaron nuevas hermanas desde Irlanda y empezaron a entrar en la congregación mujeres jóvenes de la comunidad católica de Toronto.

La comunidad pionera de Loretto experimentó una serie de obstáculos debido a su distancia de la Casa Madre en Irlanda. La distancia física dificultaba la comunicación y las diferencias culturales de principios del siglo XIX y del XX también exigían adaptaciones.

A su pesar, para facilitar una mejor administración en Canadá, las Hermanas solicitaron un estatus independiente de Irlanda que les fue concedido en 1881. Sin embargo, un siglo después, se reunieron con la rama fundadora en 2003.

A lo largo de los años, las hermanas de Loretto ampliaron su ministerio. Hoy en día, su trabajo incluye la ayuda a los pobres, el ministerio a los presos, el trabajo en retiros y la dirección espiritual, el trabajo con los refugiados, el ministerio parroquial y una variedad de otros trabajos según las necesidades que han surgido.